domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Y ella?

Hay grupos de tres o cuatro personas, están riendo, se miran, e incluso algunos se tocan. Hablan respetando su turno y se miran a los ojos.
¿Y ella?
Algunas parejas también se ven al fondo, sus posturas son más relajadas y hablan más despacio y en voz más baja.
¿Y ella?
Los grupos más numerosos son los más escandalosos, observo que casi siempre hablan los mismos y que el resto se limita a observar y a reirse de los comentarios ajenos.
¿Y ella?
Caras relajadas, sonrisas limpias, abrazos espontáneos, bromas distendidas,...Relax.
¿Y ella?
Se mueven despacio por la habitación, se levantan, se sientan, beben, escriben, bromean,...Pareciese que cumplen un guión perfecto, un papel aprendido y memorizado de antemano.  No esfuerzo, no sufrimiento, no pose inventada.
¿Y ella?, ¿y ella?, ¿y ella?.
Ella. Ella espera su turno. Ella espera a su pareja y a su grupo. Ella espera a ser reconocida, a ser llamada, a ser vista y a ser oída. Ella espera a que se vayan los miedos para poder moverse, para poder hablar y para poder tocar. Ella espera a poder relajarse y caminar. Ella espera a ser y a estar.
Ella espera..., y espera..., y espera...
Pero no se da cuenta que no habrá más sonido que el que ella pronuncie, ni más paso que el que ella genere con su propio movimiento, ni más compañía que la suya propia. Pero no se da cuenta que solo ella genera su propia ausencia y que de nada sirve quedarse allí, a solas, mirando a esas parejas, a esos grupos y a la vida misma, afuera, afuera y lejos.
A ella le digo que dé ese primer paso, un primer paso que la acerque al mundo y a ella misma. Un primer paso que le aleje de ahí.
Adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario