Te espero en mi cuerpo y en mi vida. No en mi corazón, a él ya llegaste hace mucho.
Primeras palabras escritas para ti, las primeras de muchas que te acompañarán y que te ayudarán a entenderte, a entenderme y a entender el mundo, que en nuestro mundo, te tocará vivir. Vivir y sentir, sentir y disfrutar, disfrutar y saborear. Saborea la vida desde ya, desde este mismo instante, desde ahora mismo y hasta tu último suspiro,¡dentro de muuuucho tiempo!.
Te espero y me cuido para cuidarte. Solo quiero ser tu compañera en este viaje, ayudarte a construir tu propio camino y ser la luz que necesitas a cada paso. Y recuerda una cosa, en cada paso estaré, estaré en cada paso aunque no lo creas. Puede que llegue un momento en que no puedas verme, pero te prometo hoy, que, cerca o lejos, me tienes dentro de ti, como yo ahora te tengo dentro de mí.
Bienvenida, bienvenido.
Única o único, inigualable, me doy a ti, ya desde ahora, y me responsabilizo a cuidarte y a quererte como nunca nadie te querrá jamás. Mi vida, mi cuerpo, mi corazón, mi alma, ya desde hoy quiero que sepas que son un pedazo de ti y que eres un pedazo de mí. Creces en mí y yo crezco contigo. Me hago más fuerte, más inteligente y más paciente para ti.
Te agradezco que hayas llegado, te agradezco que existas y que seas ya tan genial, magnífico/a y bello/a como ya lo eres. Ya eres grande, querido/a, ya eres mio y prometo entregarte a la vida lo mejor que sepa.
Bienvenida, bienvenido.
Aquí estoy para repetirte cada día, a voz en grito o en un silencio, que te quiero, te respeto, te valoro y te acepto.
Comienza el viaje de la vida.