domingo, 29 de diciembre de 2013

Luz


Está la belleza oculta en el fondo de sus ojos y por eso nadie más que él puede verla. Está ella protegida de todas las miradas, salvo de las suyas, por eso solo él puede quedarse perplejo e inmóvil por la luz que desprende y maravillado por la belleza que irradia.
Pasos que conducen a un camino nuevo, palabras que transmiten otros mensajes, miradas que te muestran paisajes distintos.

No, no preguntes que tiene ella que tanto le gusta. Ella es mucho más de lo que ves. Guárdate tus preguntas y observa. Los ojos de ella te conducirán al mayor paraíso que existe. Ella es un mundo distinto, ella no entiende de normas, de mentiras, de oscuridad. Ella es solo luz, es la luz que puede iluminar tu camino si lo deseas.
No, no es una mujer; no, no tiene imagen; no se toca, no se huele, no se mira. Ella está arriba, está abajo y está a tu lado. Está dentro y fuera de ti, está en tus pensamientos, en tus pasos y junto a tus miedos. Ella es la vida que te invita a ser vivida; vida sin normas, sin mentiras y sin oscuridad. Vida llena de vida.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Él

                                       


No, no puedo describirlo. 
Si, si es hermosísimo. 
No, no se parece a nada. 
Sí, sí merece la pena. 
No, no soy la misma.
Sí, si le quiero más que a mi alma.

Palabras

He cambiado las palabras, las escritas y las pronunciadas, por el silencio. Eso justifica mi ausencia.
El silencio no requiere plasmar ideas y eso me permite vagar con ellas y desordenarlas aún más si se puede. Existo rodeada de altos muros, de profundos pozos y de colores estridentes; convivo con frases a medio terminar, con sonrisas apagadas y con mis ganas en el bolsillo. Difícil poder situarme y acomodarme, sentarme y descansar. No encuentro hueco alguno.
Pero hoy me he sentado y decido a hablar.
Las palabras empiezan a salir y vuelvo a existir. Voy escribiendo y voy sintiendo calor en mis pies, veo la luz que entra tras las rendija de la puerta y mis ojos han parpadeado más de lo habitual, quizá con ganas de abrirlos del todo. Escucho un sonido nuevo, el sonido del aire que entra y sale, el sonido de mis dedos arrugando el papel.Permanezco así un buen rato.
"¿Pero dónde vas?!", mi corazón ha salido y quiere volar alto, sí, me confiesa que está cansada de recibir ordenes, cansado de quedarse con las ganas, de ser siempre la segunda opción. Se revela.
"Quizá sea el momento de un cambio", me digo, pero lo he escuchado ya tantas veces que vuelvo a cerrar los ojos..., y vuelvo a convertirme en ausencia.