Olvido

No recuerdo la última vez que me convertí en risa y me derretí en ella, no recuerdo reir llorando.
No recuerdo la última vez que me miré al espejo y esbozé una sonrisa, que esa imagen reflejada me reflejara y que no apartara la mirada.
No recuerdo la última vez que oí una felicitación, un gracias o un buen hecho, no recuerdo si alguna vez quedé satisfecha.
No recuerdo la última vez que caminé derecha, no recuerdo ninguna respiración profunda, alguna noche sin dudas ni un mañana sin miedos.
No recuerdo un momento sin pasado ni futuro, no recuerdo un momento donde estuviera estando sin obligarme a estar, no recuerdo buscarme.
No recuerdo si alguien alguna vez me esperó, no recuerdo si alguien alguna vez me llamó, no recuerdo haber existido.
No recuerdo quién soy, ni quien era. No recuerdo si alguna vez fuí.
Se me olvidó sonreirme y sonreir, hablarme y hablar, quererme y querer. Se me olvidó vivir.

La nada

Me paralizan los miedos y me puede el silencio. No hay recompensa. Camino y me pierdo una y otra vez. Me desespero. Me gustaría que mi cuerpo obedeciera a mi cerebro, que no interpretara más, que no malinterpretara más, que solo me dejara ser y estar en cada momento, sin pensar en otros momentos, ni en otros pensamientos ni en otros cuerpos que no son los mios. Solo ser yo la dueña de mi, solo estar satisfecha con estar en mí y ser yo, solo estar satisfecha con respetar mi forma de ver la vida, de ver a la gente y de darme en cada segundo y para cada segundo. Pero los ojos que me esquivan me abofetean por dentro, las frases que quedan suspendidas en el aire me taladran el ánimo y el trabajo que no tiene recompensa alguna se convierte en pesada carga para un cuerpo ya de por sí pesado. Días en los que me conformo con hacerlo lo mejor posible y días en donde hacerlo lo mejor posible para nada, no sirve de nada, porque en realidad no sirve de nada, por que en realidad no sirvo para nada. Se confunden las palabras, los significados, las funciones y el criterio. Se confunde la razón. Se nuba la visión. Me entra el pánico y lo mismo me paralizo que salgo a correr. Pero sigo adelante, pero al segundo siguiente sigo caminando y sigo caminando y sigo caminando y sigo caminando hasta la próxima caida. Trabajo para tí y para mí, trabajo para demostrar y demostrarme, trabajo para buscar un hueco y para buscarme en ese hueco, trabajo para que no me olvides y para no caer en el olvido, trabajo para buscar tu mirada y tu palabra y tu tiempo, trabajo para buscar mi silencio. Trabajo para nada, porque la nada no da nada ni conduce a nada.

Distancia

Te busco, me buscas.
Nos buscamos.
Me alejo, te alejas.
Nos alejamos.