Gracias

Gracias al mar por poder disfrutar de su olor, de su color, de su majestuosidad y del sonido de sus olas rompiendo en la orilla. Gracias al canto de los pájaros que me transporta a lugares maravillosos solo con poder escucharlos. Gracias al sol que me alumbra, que me calienta y que acaricia mi piel.Gracias por poder pasear entre los árboles, por poder tocarlos y por poder sentir la energía que me transmiten. Gracias al resto de seres vivos por hacerme sentir una especie más entre ellos y no la mejor de ellos. Gracias al sol, a la luna y a las estrellas, porque al mirarlas me siento pequeña e insignificante y es así como me gusta sentirme.
Te enseño este mundo y cada detalle del mismo y, al mismo tiempo, me lo vuelvo a mostrar a mí. Gracias por poder mirar a través de tus ojos y poder así disfrutar de momentos que no tienen precio. Gracias por ayudarme a volver a redescubrir mi entorno y volver a redescubrirme a mí. Gracias porque aprendo a conocerte y así me conozco más. Gracias por abrirme las puertas a otra realidad sin horario, sin apariencias, sin buenas formas ni compromisos varios. Gracias por darme la excusa de revolcarme en la arena, de sentarme en el suelo y de reirme a carjadas. Gracias por hacerme cosquillas, por buscar mis lunares y por besarme en la cara. Gracias por pedir que me siente a tu lado, por revolverme el pelo y por ensuciar mis vaqueros. Gracias por abrir tus ojos y mirarme, gracias por pronunciar mi nombre, gracias por coger mi mano, gracias por existir. Muchas, muchas gracias por existir.

Pérdida

Distancia y miedo, miedo por la distancia. Frases cada vez más cortas y silencios cada vez más largos. Menos tiempo juntas en una habitación y un teléfono que apenas suena. Agendas paralelas y escenarios distintos. Pensamientos alejados y manos que no se tocan. Aguardo tu visita y tu alargas las ausencias. Desconozcon tu listín telefónico, no hay hueco en tu lista y mi lista está vacía. Escasos rostros comunes y multitud de sinsabores. Ojos que brillan tras unas palabras inoportunas y unos corazones que no paran de sufrir. Cada día más distintas, cada día te reconozco menos, cada día no sé quién soy a tu lado y no sé quién eres a mi lado. Pasos que se alejan, caminos que no se cruzan y mucho, mucho sufrimiento por perderte, porque sí, porque sé que te estoy perdiendo.

Descansar

Aire fresco en la cara que despeje y airee los pensamientos. Movimiento del cuerpo que desestumezca las articulaciones. Un caminar sin rumbo, un reloj sin anillas, un té caliente. Hablar de nada, escuchar el trinar de los pájaros, sentarse y esperar a que pase la tormenta, porque sí, porque todas las tormentas pasan.
Disfrutar de una compañía, sumergirse en una lectura, bailotear una canción, correr a tus brazos, comer con los dedos y, sobretodo, olvidarme de los espejos. Ese será, ese será mi plan desde hoy.

Aguantar

Agresividad, distancia, ira, malestar, impaciencia, incomprensión, incompatibilidad, mucha incompatibilidad. La incompatibilidad me separa y me aleja de tu lado. No lo intentes, no te esfuerces, no hay nada que hacer. Cuando más me acerco más quiero irme. Porque sí, porque me quiero ir. No te busco, no te entiendo y me canso y me aburro. No me interesas, no me mueves, no me quiero quedar a tu lado.
Vete, vete, vete, pero quedate.
Vete, vete, vete, pero tienes que quedarte.
Respiraré hondo y aguantaré. Dibujaré una sonrisa en mi cara y simularé que te escucho. Me quedaré a tu lado aunque ya no esté, caminaré a tu lado aunque sea por otro sendero. Solo espero no ser demasiado dura y saber disimular en cada segundo, en cada minuto, en cada hora y en cada día que nos queda juntos. Disimular que te importo y que me importas, disimular que hay un punto de salida y una meta común, aunque ya olvidé el inicio y no vislumbro meta alguna. Se trata de mantener la calma y que el silencio reine. Se trata de sincronizar nuestros relojes y trabajarnos el día a día. No se trata más que de estar aunque no esté y de vivir aunque ya haya dejado de hacerlo. No, no puede ser tan difícil, ¿verdad?.